Intervenciones eficaces para transformar el bienestar en el trabajo

La salud mental en el ámbito laboral ya no es un tema periférico. Así lo demuestra el documento “Building Resilient and Healthy Workplaces: A Call to Action”, publicado por el Foro Económico Mundial en julio de 2024, el cual plantea un cambio de paradigma: pasar de las buenas intenciones a acciones concretas y basadas en evidencia que promuevan entornos de trabajo sanos, resilientes y sostenibles. El informe forma parte de la iniciativa Healthy Workforces del foro y reúne experiencias de múltiples organizaciones a nivel global.

Según el documento, el escenario post pandémico ha intensificado los desafíos mentales de las personas trabajadoras. La incertidumbre provocada por el trabajo híbrido, la automatización, la inestabilidad laboral y la presión constante en sectores como el sanitario han elevado los niveles de ansiedad y estrés, afectando directamente la productividad, el compromiso y la retención de talento. Frente a ello, el foro sostiene que “los lugares de trabajo y los empleadores están en una posición privilegiada para promover una mejor salud mental”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres tipos de intervenciones son prioritarios y cuentan con respaldo empírico: la capacitación a líderes y gerencias en salud mental; la formación de los trabajadores en alfabetización y conciencia sobre este tema; y el desarrollo de herramientas individuales para gestionar el estrés. Estas acciones, además de generar beneficios directos en el bienestar, reducen costos asociados a ausencias, rotación y atención médica, en un contexto donde los trastornos mentales podrían significar más de 16 billones de dólares en pérdidas económicas globales hacia 2030.